El inglés se impone al alemán Max Heinzelmann, que se queda a las puertas del triunfo por segunda vez consecutiva en un EPT.

Sin embargo, no lo tuvieron fácil, ya que la canadiense Xuan Liu dio mucha guerra durante la mesa final, eliminando a varios jugadores e incluso colocándose líder del torneo en varias ocasiones.

Cuando restaban tres jugadores, Xuan Liu, que estaba muy cerca del entonces líder, Rupert Elder perdió varios botes enormes. Entre ellos, uno en el que Heinzelmann conectó sus damas en el flop y ligando full en el river. No sabemos la mano que llevaba la canadiense, pero esa jugada supuso casi el punto final a su trayectoria en el torneo. Varias manos después cayó eliminada tras sufrir un bad-beat frente a Rupert Elder.

Al inicio del Heads-up, Elder tenía una ventaja de 2 a 1 frente a Heinzelmann, que no estaba dispuesto a perder una nueva final del EPT. De esta forma el alemán consiguió remontar, poco a poco, la final hasta invertir la situación y ponerse él con ventaja 2 a 1. Heinzelmann había hecho lo más difícil, pero le faltaba rematar la faena.

Por desgracia para Heinzelmann, unas manos después ocurrió la siguiente jugada. Heinzelmann hizo una subida pre-flop que Elder igualó. En cuanto se destapó el flop, Heinzelmann debió sentir un cosquilleo muy intenso en su interior, ya que había ligado la mejor mano posible en ese momento, escalera. Era el momento de intentar sacar el máximo de fichas posible a su oponente. Heinzelmann hizo una apuesta de poco menos de la mitad del bote y, para su alegría se encontró con una resubida de su rival. Heinzelmann volvió a subir, mostrando la fuerza de su mano y Elder sólo igualó. En el turn salió un As y Elder decidió pasar para dejar que Heinzelmann apostara. Así sucedió y ante la subida del alemán, Elder decidió que era el momento de meter todas sus fichas al centro de la mesa. Heinzelmann no dudó en igualar y mostrar su escalera, que era la jugada máxima. Para sorpresa de Heinzelmann, Elder mostró una pareja de seises que en el flop se había convertido en trío y que todavía podían vencer. El gesto de Heinzelmann se convirtió en preocupación, debido a que si se doblaba una carta en el river, la mano sería para su oponente. Y la catástrofe ocurrió, en el river volvió a aparecer un nuevo As que permitió a Elder llevarse un bote de más de 20 millones de fichas y volver a ponerse líder del torneo.

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