La intervención del pasado 15 de abril del FBI, que cerró los dominios y bloqueó las cuentas bancarias de las tres mayores casas de juego en internet, PokerStars, Full Tilt Poker y Absolute Poker, ha provocado una catarata de reacciones. Los dominios .com de las dos primeras han sido devueltos a sus propietarios y los jugadores americanos podrán recuperar su dinero sin demasiados problemas, pero nadie duda de la importancia de la noticia, cuyas consecuencias son todavía imprevisibles.